viernes, 8 de marzo de 2013

Crónica del triatlón de Abu Dhabi


Buenos días a todos!

Ya hemos comenzado las batallas este año y bueno, no hemos empezado del todo bien, ya que tener que retirarse es de lo peor que nos puede pasar a los deportistas, pero bueno, vamos a empezar por el principio.

El miércoles a la noche llegamos  a Abu Dhabi, mi amigo Natxo y yo, y en el hotel nos juntamos con Diego, Patricia, Eneko, Ruth y Sunil y después de cenar a velocidad supersónica montar la bici lo primero aunque se nos hiciese tarde. El jueves por la mañana compartimos junto con Diego Calderón una natación en la playa del hotel, para mover un poco el cuerpo y desentumecerlo del viaje y después salimos a probar (Que por allí poco mas se puede ciclar) que todo en las bicis estaba bien. El día pasó sin demasiados ajetreos disfrutando de la ciudad (y su piscina a temperatura de jacuzzi).

Antes de nadar en la playica.
Ya el viernes, esta vez fuimos Natxete y yo a nadar con Eneko y Rut al sitio donde íbamos a nadar en la carrera y a andar en bici por un sitio más tranquilo que el día anterior y disfrutamos de un puente muy curioso y que servía de entrada al desierto, ya que al cruzarlo se acababa la carretera y solo había arena. Posteriormente fuimos todos a dejar las bicis, comer por el paseo y a descansar para la carrera.
El día de la carrera empezó pronto, a las 4 y media, un desayuno lo más normal y parecido al que me gusta hacer en casa y al acabar coger los bártulos y a montarnos al autobús de la salida. Una vez allí ultimamos los detalles, y vimos la salida de los pros. Cuando llegó mi salida me coloqué junto con Diego, en primera fila. La verdad que éramos poquitos e íbamos a poder nadar a gusto. Al salir nos tiramos y como en todos los tris, nadar a tope, bueno no, como en todos no, que aquí pocos golpes recibí. Iba nadando a mi ritmo y no tenía sensación de ir despacio pese a que no iba del todo cómodo ya que creo que llevaba el neopreno un poco mal puesto. Al acabar la primera vuelta me dijo Pedro que iba el 5 o 6 de los de esa salida pero los de adelante me sacaban tiempo pero bueno, lo peor que se podía hacer teniendo después que andar en bici 200kms es cebarme para pillarles así que seguí a mi ritmo.

En boxes pillo a Diego, que había salido delante mío del agua y como en la misma fórmula 1 le adelanté en boxes. Salí con la bici, consciente de lo que nos esperaba. El calor era ya muy alto y no corría casi nada de aire (aunque yo lo prefería ya que si no iba a ser muy incomodo cuando pegase de lado), pero el que pegaba era en contra a la ida. El circuito concurría todo el rato por una autopista de 5 carriles sin una triste sombra y sin apenas curvas ni repechos. Los primeros 40 kms hasta el Yas Marina fueron bien, iba pasando todo el rato gente, animé a Eneko cuando nos cruzamos y fui bebiendo todo lo que podía. En la llegada al Yas Marina adelanté a Rut, que salió en otra salida, nos dimos ánimos y me preparé para disfrutar de 3 vueltas en un circuito de fórmula 1. He de decir que me gustó mucho, el circuito es espectacular y se hizo muy divertido ir por él. Se rodaba muy rápido pero eso sí, las curvas en la tele parecen más rápidas pero con la bici había que trazarlas con cuidado. Ya saliendo del circuito, km 55, adelanto a Natxo y sigo rodando hacia la misma autopista. Ahora nos tocaban 3 vueltas por la autopista. El tramo de la autopista hacia Abu Dhabi me da la sensación de que es más fácil que en dirección al circuito (y también por la brisa), lo que creía que me iba a facilitar la llegada a la T2. Seguí rodando muy a gusto, mucho rato cerca de Phillip Graves, lo que me hizo pensar que quizá mi ritmo fuese demasiado alto, ya que el tío es un buen ciclista, pero como me encontraba bien decidí seguir a ese ritmo, sin olvidarme de estirar la espalda siempre que podía, ya que sabía que la postura me podía fastidiar bastante.

En el hotel, después de correr, bailando como el rapero de la tele


Poco después de la primera mitad de la vuelta, me cruzo con Diego, nuestro saludo es con fuerza, ya que todavía íbamos frescos los dos. La llegada al km 100 fue en un principio una alegría, “ya solo queda la mitad, ahora a contar hasta cero”.

Seguí intentando mantener el ritmo pero el calor estaba empezando a hacer daño y los músculos se empezaban a subir, lo que cada vez me hacía coger más botellines en los avituallamientos. En el km 135 iba completamente agobiado, me estaba cociendo encima de la bici y estaba preocupándome porque creía que me iba a marear del calor, pero bueno, me tiré agua por encima bajé un poco el ritmo y pensé que había sido un pequeño bache, ya que en las pruebas de larga distancia no se puede ir bien todo el rato.

Ya en el km 150 empezó la agonía de verdad. Iba ya muy cansado psicológicamente, ya que cada vez había menos gente en el circuito ya que la gente de las otras distancias iban marchándose a Abu Dhabi, los saludos con Diego son, por mi parte cada vez una muestra de lo largo que se me estaba haciendo la bici, mas psicológicamente que físicamente creo. Además me dio por fijarme en la gente de los avituallamientos, que les veía con la cara completamente blanca de la crema y pensé que si ellos (que no eran blancos blancos) se echaban tanta crema para no quemarse, yo ya a esas alturas era ya un piel roja seguro. Continué por última vez hacia el Yas Marina pensando en que la vuelta era más a favor y que estaba ya más cerca el final. Ya por fin cuando giré veía más cerca el final, poco más de 35kms para dejar la bici y correr, pero esos 35kms fueron infinitos. Intentaba concentrarme en pedalear, en intentar mantener el ritmo, que por esas alturas ya había decaído bastante, y en disfrutar de lo que más me gusta, pero la tostada que llevaba y las molestias en la espalda eran ya importantes. Así me planté en los últimos 15kms, bueno, 15kms fueron porque me lo decía el GPS, pero se hicieron larguísimos. Pasé un puente por donde pensé en tirar la bici para el agua e ir yo detrás a ver si se me pasaba el calor. Ya cuando vi en un cartel, Corniche, que era donde estaba la T2, pensé que nos iban a salir kms de menos ya que “solo” llevábamos 190, pero nada más lejos de la realidad. Eran rectas que se veían unos cuantos kms y se me hicieron larguísimas, pero al final se acabaron.
Llegaba a la T2 con ganas de ponerme a correr, ya que, yo como muchos, pensaba que solo iban a ser 20kms. Al bajarme de la bici se me empezaban a subir los músculos pero bueno, pensé que era normal. 

Dejé la bici, me calcé las zapatillas mojé la gorra en un cubo que no se que era, y me puse a correr. En un principio el ritmo era lento, pero pensaba que era normal, ya que nunca me había puesto a correr a esas alturas del partido, pero cuando llegué al km 1 mi espalda dijo basta. Me empezó a doler horrores y cada vez que pisaba con el pie izquierdo veía las estrellas. Me puse andar, confiando en que se me pasase pero la cosa no iba a mejor. Intentaba correr pero imposible. Al llegar al km3 ya empecé a ver que eso no mejoraba ya que me seguía doliendo hasta andando. Se lo comento a un médico de la organización que está allí, me echó un poco de réflex (para que terminase de  morirme de calor) y me senté un instante como pude en un banco ya que no me podía ni doblar. Al final decidí darme la vuelta e ir a buscar a mis amigos a la meta.

Todo el camino de vuelta hasta meta iba muy disgustado por no haber podido ni tan siquiera terminar pero bueno, enseguida se me pasó el disgusto ya que poco más se podía hacer.


Etihad towers desde el Emirates Palace
Analizándolo ha habido muchos factores que hacían presagiar este desastre, el correr a 34º cuando salimos de Vitoria 3 días antes nevando, el no haber podido hacer toda la bici que es necesaria para afrontar esta prueba con garantías ya que el tiempo en Vitoria es el que es y el hecho de haber podido salir solo 3 días con la cabra pues tampoco es nada a mi favor. Por otro lado, y esta vez es culpa mía, el haber hecho únicamente 1 transición y el no cuidarme como debiese con la comida también es una cosa reseñable, pero bueno, como he dicho una lesión de la espalda se puede dar siempre y aunque te cuides mucho así que es mejor no pensar en lo malo y centrarse en lo que nos quedaba de viaje.

Los días posteriores para mí fueron una pasada. El lugar en el que nos encontrábamos, el buen ambiente que respirábamos y el poco mundo que tengo hicieron que disfrutara mucho de todo lo que estábamos viviendo viendo Dubái, en el desierto, en el Ferrari world y en las muchas cosas que hicimos.
En el ferrari world, antes de marearme en sus "atracciones"

Por lo demás hace ya 6 días de la carrera, únicamente ayer 2000m de piscina y 45’ de rodillo muy suave han sido los entrenamientos que he podido realizar, además hoy ando peor de la espalda (será de currar ;-) ) 

De excursión por el desierto

Hablando con Iván Armentia ayer hemos decidido esperar hasta el lunes para ponernos manos a la obra para intentar la recuperación ya que tengo la zona hinchada y es mejor esperar, asique toca tener paciencia y intentar pensar lo menos posible en que me estoy desentrenando ;-) Eso sí, el sábado que viene iré (espero) a Oñati a correr un duatlón después de 2 años.

Para acabar, y después de esta chapa, daros las gracias a todos por los mensajes de ánimo y vuestras muestras de apoyo. Es difícil no sacar una sonrisa cuando leo los comentarios. Muchas gracias a todos y no os preocupéis que cuando se me pasen los males volveremos, no sé si a dar guerra pero si a pasar un buen rato y echar unas risas todos juntos.

Un abrazo a todos!

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